lunes, 24 de agosto de 2009

Murió el prestigioso antropólogo y docente Luis Triviño

importante Mendoza | El prestigioso antropólogo y docente mendocino falleció hoy luego de sufrir una grave enfermedad. Es velado en la sala Boschín, en Villanueva. La UNCuyo dispuso para mañana duelo.

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Luis Triviño, una eminencia académica de Mendoza.
Un intelectual comprometido socialmente fue el antropólogo y docente Luis Triviño, quien falleció, inesperadamente, en la madrugada.

Triviño fue decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y rector de las Universidad Nacional de Cuyo y de la Universidad de Congreso, entre otros cargos académicos, y cumplió una intensa actividad en sectores sociales y políticos de nuestra provincia. Estaba casado con María Celia Azcurra, nacida en 1943.

A fines del año pasado, Triviño presentó su libro El ateísmo a partir de las sagradas escrituras de las religiones reveladas y se lo vio activo e impecablemente lúcido pese a que arrastraba desde hace un tiempo problemas de salud.

Triviño nació el 18 de marzo de 1932 en un barrio suburbano –"o mejor un arrabal"– de la ciudad de Buenos Aires. Como el mismo escribió se trataba de un lugar "en el que predominaba la clase media baja-baja, esto es, laburante: Villa Pueyrredón, a mitad de camino entre Villa Urquiza y Villa Devoto, lejos del centro capitalino. Como la mayoría de la población porteña de esa época –a gregaba– desciendo “de los barcos”, como decía Borges: español mi padre, hija de italiano y suiza mi madre". Raspini era su apellido materno.

Fue educado en colegios religiosos e integró la Acción Católica. Se vinculó con la Juventud Obrera Católica y militó posteriormente en la Democracia Cristiana. "Perdí la fe en torno a los 20 o 21 años; había (la palabra no es meramente descriptiva sino condenatoria) 'apostatado", expresa Triviño en su libro El ateísmo.

En Mendoza se instaló en 1954, donde se recibió de licenciado en Ciencias Políticas y Sociales cuatro años más tarde. En 1969 fue profesor titular de Antropología Social y Cultural en la Universidad Nacional de Cuyo y tras la dictadura militar fue designado, el 28 de diciembre de 1983, "a cargo del despacho de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales". Al mes siguiente fue nombrado decano normalizador de la facultad y en 1986, elegido por Asamblea Universitaria el 29 de abril, rector de la UNCuyo, cargo en el que se desempeñó hasta 1988.

En 1995 se jubiló como docente en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y entre ese año y 1998 fue rector de la Universidad de Congreso. Desde 2007 dirigía la Universidad Cooperativa de General Alvear, que se encuentra en formación.

En el ámbito político fue fundador en 1954 y dirigente del Partido Demócrata Cristiano hasta 1962. Luego militó en la Unión Cívica Radical. En la UCR ocupó algunos cargos partidarios, integró la Junta de Acción Política y fue secretario de la Escuela de Formación Política en 1992. Adhirió públicamente a la candidatura presidencial Angeloz-Casella en 1989.

Ejerció activa militancia por los derechos humanos e integró la organización del Festival de Rock de Amnesty Internacional en Mendoza. Fue presidente de la institución en esta provincia. Escribió varios artículos en defensa de los derechos humanos y contra la pena de muerte. También colaboró desde Mendoza con el proceso de democratización en Chile. Más recientemente, integró el Movimiento contra la Discriminación y por la Convivencia y el Club Plural de Guaymallén. Fue miembro de la Comisión de Seguimiento de Políticas Penitenciarias.

Se dice en la solapa de su último libro no obstante su posición ideológica avanzada, se resistió al uso de la computadora. Durante treinta años lo acompañó una máquina de escribir portátil.

Literatura, arte y desierto

Luis Triviño fue un estudioso de la literatura y el arte, y dedicó e investigó a fondo el desierto lavallino, en especial con la vida de los puesteros. Acerca de esta temática y "a través de trabajos sociales compartidos", forjó una gran amistad con el padre Jorge Contreras, quien falleció el 24 de agosto del año pasado.

Cuestionado a veces tanto por sectores de derecha o de la izquierda más radicalizada, Triviño fue siempre un hombre afable, que podía polemizar con altura. Lo hizo con otro intelectual, como Ezequiel Ander Egg, como, recientemente, con el obispo auxiliar de Mendoza, Sergio Buenanueva.

Crítico del pensamiento religioso, siempre buscó el diálogo y tomó partido por los más débiles. En su reciente libro (El ateísmo) expresó que se introducía en el interior de las propuestas religiosas a través de sus formulaciones que pretenden ser "revelaciones divinas" para mostrar todo lo que tiene de equivocado y falaz. "Esta es la etapa del camino ideológico que estoy transitando", señalaba.

Triviño murió ayer a las 7 y sus restos fueron velados en la casa de sepelios Boschín, de la calle Araujo, de Villa Nueva. El jueves será enterrado a las 11. La familia dijo que no se aceptarán homenajes especiales. La Universidad Nacional de Cuyo –fue su primer rector con el retorno de la democracia– declaró hoy día de duelo, sin suspensión de actividades.

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