domingo, 2 de marzo de 2008

Ing Enrique Menotti Pescarmona




…, el ESTADO ARGENTINO GARANTIZA EL CRÉDITO QUE UN BANCO EXTRANJERO LE HACE A UNA EMPRESA EXTRANJERA, es decir, el ESTADO ARGENTINO garantiza el negocio de dos empresas privadas extranjeras (¿??????), al igual que durante el Proceso de Reorganización Nacional y durante el Gobierno alfonsinista, cuando el BANADE FINANCIÓ Y AVALÓ LOS NEGOCIOS PRIVADOS DE EMPRESAS ARGENTINAS, sin recuperar en muchísimos casos los préstamos. El Gobierno kirchnerista profundiza la política neoliberal procesista: FINANCIA Y AVALA A EMPRESAS PRIVADAS EXTRANJERAS. Es decir, la «Monarquía» Kirchnerista es la CONTINUACIÓN DEL Gobierno de Videla y Martínez de Hoz medios!!! (1).
Eso sí: la presidente no deja de pedirnos que ANTE SEMEJANTE ACTO DE POLÍTICA NEOLIBERAL, los argentinos cantemos chacareras o zambas (¿?????????).
3. Dos días después, en otro acto de anuncios, la presidente Cristina Fernández de Kirchner se congratuló porque el empresario Enrique Menotti Pescarmona acaba de ganar una licitación en Venezuela, noticia que éste último le comunicó por carta. Evidentemente, existe un grado de cercanía y amistad entre ambas partes, caso contrario no se entiende por qué un empresario privado tiene que comunicarle a la presidente de la Nación sus beneficios personales. En el mencionado acto, la señora de Kirchner sostuvo que noticias como ésta constituyen relatos que «son los relatos que valen, los que transforman, los que aportan, que cambian la historia». Es decir, el empresario Enrique Menotti Pescarmona resulta ser un paladín de la historia argentina, un personaje que según la presidente está al nivel de los Padres de la Patria o del mismísimo General Perón.
Estas declaraciones constituyen otra muestra más de la esquizofrenia política de la que hacen gala nuestros monarcas en el Río de La Plata, ya que encubren u ocultan que
a) el empresario mencionado fue uno de los tantos que en 1982 estatizó su deuda privada, es decir, nos hizo cargo a todos los argentinos de sus deudas con el exterior: entre la estatización en 1982 de la deuda privada externa y los avales caídos no pagados al Banade, Industrias Metalúrgicas Pescarmona NOS TRANSFIRIÓ A TODOS LOS ARGENTINOS su deuda de 89 MILLONES DE DÓLARES (2).
b) el señor Enrique Menotti Pescarmona fue un paladín privatizador del gobierno alfonsinista (compró Austral Líneas Aéreas sin pagar un solo peso) y fue quien se prestó a la maniobra con la que el entonces ministro menemista Roberto José Dromi (HOY ÍNTIMO ASESOR del ministro Julio de Vido) privatizó y regaló Aerolíneas Argentinas a la estatal Iberia, del Reino de España (3).
En otras palabras: para la señora presidenta, el procesista, alfonsinista, menemista Enrique Menotti Pescarmona es una «patriota» que «cambia nuestra historia». ¿Estos son los «heroicos empresarios» de la «patria socialista-montonera» por la que el matrimonio Kirchner decía combatir en sus años juveniles? ¿Éstos son los modelos que quiere imponer la presidenta: empresarios que se enriquecieron durante el Proceso de Reorganización y vivieron a costillas del Estado argentino?
4. La gran pregunta que hay que hacerse en todo este proceso cipayo de poner el Estado Argentino como garante de una obra privada extranjera es ¿POR QUÉ SE HAN MODIFICADO LAS CONDICIONES DE FINANCIACIÓN? De ser un emprendimiento que debía ser financiado por el Concesionario de la obra se ha pasado a poner al Estado Argentino como financista de la misma, SIN QUE SE HAYAN MODIFICADO LAS CONDICIONES DEL PLIEGO LICITARIO, tal como se puede constatar en el Pliego de Bases y Condiciones, en las Resoluciones de la Secretaría de Transporte Nº 324 (8 de mayo de 2006), 515 (4 de julio de 2006), 644 (24 de agosto de 2006), 900 (6 de noviembre de 2006), 965 (18 de diciembre de 2006), 167 (23 de febrero de 2007), 259 (25 de abril de 2007) y 333 (19 de junio de 2007). ¿El otrora montonero Procurador General de la Nación no tiene nada que decir de esto? ¿Los fiscales y jueces federales de la Nación no tienen nada que decir de esto?
Es evidente que con las últimas medidas tomadas, la señora presidente profundiza la política económica del ministro del Proceso José Alfredo Martínez de Hoz y rescata a los «empresarios» que acompañaron el Proceso, al gobierno alfonsinista y al gobierno menemista. ¿Es éste el progreso «centro-izquierdista» del kirchnerismo? ¿Y todavía el sr. Kirchner se cree el sucesor de Perón, el nuevo líder de la Argentina? Lamentablemente para él, en la historia sólo habrá de ocupar el lugar de un triste cipayo, que en nombre de la «patria socialista-montonera» entrega las riquezas del país al gran capital financiero transnacional, como buen «montonero de Wall Street y del Consejo de las Américas».
[1] Antonio Rossi, «Un atípico esquema financiero», en Clarín, 17 de enero de 2008 (en http://www.clarin.com/diario/2008/01/17/elpais/p-1587175.htm).
[2] (Alejandro Olmos, Todo lo que usted quiso saber sobre LA DEUDA EXTERNA y siempre le ocultaron, Buenos Aires, Editorial de los Argentinos, 1989, p. 232; Dr Jorge Ballesteros, Actas de la Resolución Nº 14.467 «Olmos Alejandro S/dcia», Expte. Nº 7.723/98).
[3] Alberto Natale, Privatizaciones en privado, Buenos Aires, Planeta, 1993, pp. 35-69.


13-12-06 –
Denuncian a presidentes, ministros y empresarios por el pago de la deuda externa
Por tercera vez la deuda externa es motivo de una denuncia judicial (Ver demanda completa) impulsada por Alejandro Olmos Gaona. En este caso, involucra a los presidentes, ministros de Economía y funcionarios del área de la etapa democrática y a 180 empresas beneficiadas por las estatización de sus pasivos. De Alfonsín a Kirchner, pasando por Macri, Pérez Compac o el Citibank, todos deberán responder por lo que ya dejó en claro el fallo del juez Ballesteros que reconoció la ilicitud de la deuda. El razonamiento de Olmos es claro: “la deuda se sigue pagando, ergo el delito continúa.”
Es una de David contra Goliat. Pero el historiador Alejandro Olmos Gaona no se amilana, aunque tenga que dar la batalla en soledad y sumergido en el más absoluto de los silencios. El mayor investigador sobre la deuda externa argentina acaba de presentar una denuncia penal contra cinco presidentes que tuvo el país desde el regreso de la democracia y sus respectivos ministros de Economía. Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner fueron acusados de defraudación al Estado, incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad. Con los mismos cargos le apuntó a quienes fueron sus espadas económicas: Juan Sourrouille, Antonio Erman González, Domingo Cavallo, José Luis Machinea y Roberto Lavagna y todos los titulares del Banco Central y secretarios de Finanzas que los acompañaron en la gestión. Pero la quijotada no termina ahí. También demandó a ciento ochenta empresas que se beneficiaron con la estatización de sus deudas, créditos que pasaron a engrosar la deuda externa argentina. Entre ellas se encuentran firmas de los grupos nacionales Macri, Pérez Companc, Menotti Pescarmona; compañías extranjeras como la Mercedes Benz o Swift Armour; y también los principales bancos que aún operan en plaza como el Galicia, el Citibank, el Francés o el Río. “Los pasivos que transfirieron al Estado eran de 23.000 millones de dólares. A valores de hoy representan 80.000 millones, la mitad del total de la deuda argentina”, explica Olmos Gaona.
La denuncia fue presentada ante el juez federal Guillermo Montenegro y deberá actuar el fiscal Carlos Stornelli, el mismo que pidió el procesamiento de Menem en la causa que investigaba el tráfico de armas a Ecuador y Croacia. Además, Olmos Gaona se presentó como querellante y particular damnificado, por lo que no tendrá que aguardar de manera pasiva las resoluciones que dictamine el magistrado. Podrá aportar documentación, exigir pericias, añadir pruebas y solicitar que se tome declaración a diversos testigos. “El juez no podrá hacerse el distraído. Ya tenemos dos fallos a favor, donde fuimos reconocidos como amparistas de la deuda. Por artículo 43 de la Constitución Nacional, cualquier ciudadano puede recurrir a la Justicia en defensa los derechos de incidencia colectiva. Y la deuda afecta a todos los ciudadanos”, advierte.
Alejandro Olmos Gaona es hijo de un ex asesor del Senado de la Nación homónimo, que en 1982 decidió presentar una denuncia que investigue las irregularidades de los préstamos internacionales. Había accedido a la documentación del estudio de Guillermo Walter Klein, Secretario de Estado para la Coordinación y la Programación Económica de la última dictadura, y se convirtió en el mayor especialista en el tema. Cuando falleció, su hijo siguió adelante con el embate judicial. Ya no sólo con lo ocurrido durante la dictadura, sino también durante los gobiernos democráticos. -¿Cómo surge esta demanda?
-En la causa que llevaba el juez Ballesteros, que tuvo sentencia en julio de 2000 y comprobó la ilicitud de la deuda, se investigó el período 1976 a 1983. En lo que se conoce como “Segunda causa Olmos” se aborda lo ocurrido desde el 83 al 94. Y después hay una nueva acción judicial, iniciada por los entonces diputados Juan Pablo Cafiero, Graciela Ocaña, Elisa Carrió y Alfredo Bravo, donde se acaba de dictar el procesamiento de Cavallo y Daniel Marx, referida exclusivamente al megacanje de la deuda externa. Aquí había un bache que iba del 95 al 2001 y del 2001 a hoy. Por un lado, queríamos cubrirlo, pero también personalizar las denuncias que hasta ahora eran todas de forma genérica. -¿Qué quiere decir que eran denuncias genéricas?
-Hasta este momento era un investigación contra supuestos N.N. Ahora nosotros involucramos a todos los responsables y pedimos que se aplique la doctrina jurídica de la ejecución continua de delito, como en el caso de la desaparición forzada de personas. Son delitos que se realizan a través de acciones que permanecen en el tiempo. Como explica el ministro de la Corte, Raúl Zaffaroni, este tipo de delitos prescriben cuando se termina el último acto de consumación. -¿Cómo se demuestra aquí que el delito es de acción continua?
-La deuda se sigue pagando, ergo el delito continúa. Si la deuda de la dictadura fue delictiva, la que se pagó del 83 en adelante también. El Código Civil argentino señala que un acto ilícito no genera consecuencias lícitas. En la causa Olmos II está demostrada que la deuda 83-95 es consecuencia de la deuda 76-83. A punto tal, que un funcionario de Cavallo, Jorge Rodríguez, entonces Director del Departamento de Deuda Externa del Banco Central, declaró que la deuda de los 90 era una consecuencia del endeudamiento anterior.
-Los economistas de la city suelen decir que la deuda externa es producto del déficit fiscal. -Eso es un sofisma. He analizado los presupuestos desde 1991 en adelante. La Argentina siempre tuvo superávit, pero dejaba de tenerlo en el momento en que se incorporaban los pagos por el servicio de deuda. Ese déficit que se cubría con títulos se producía por refinanciar la deuda. Es por eso que continúa la ilicitud.
-¿Por qué puede hablarse de delito y no de malas decisiones políticas?
-En la doctrina penal europea moderna y también en la Argentina – lo dijo un constitucionalista como German Bidart Campos- han determinado que toda decisión política que afecta a un ciudadano es materia judiciable. Los delitos no son materia de renegociación y no hay forma de que renegociar un ilícito pueda interpretarse como una mala decisión política. Por otro lado, un funcionario podría decir que no sabía que el origen de la deuda era ilícito, pero es imposible: desde que se abrió la causa que impulsó mi padre todos los funcionarios involucrados se la pasaron contestando oficios judiciales. Estuvieron tan informados que el presidente Kirchner designó como abogado del Estado al mismo que contrató y asesoró a Menem, a través del decreto 319/04. Otra cosa: en agosto del 2004 hubo un homenaje a mi padre en Senado, participaron todos los bloques, enviaron cartas personales desde el Presidente para abajo. ¿Me va a decir que no sabían qué hizo mi padre y qué causa sostenía? El concepto que existe en la Argentina es que otra cosa no se podía hacer. Los delitos que auditaron en la investigación que llevó adelante Ballesteros determinaron que la deuda no tenía justificación económica, administrativa ni financiera. Agregaron que no se conocía el destino de esos fondos. Es el mismo juez Ballesteros, cuando dicta sentencia, que habla de ilicitud y fraudulencia de la deuda. -¿Cómo era el mecanismo del fraude?
-Una empresa pública pedía préstamos que no necesitaba –YPF pidió 400- porque la Secretaría de Programación Económica había fijado un cupo de endeudamiento que debían tomar. Repito: aunque no fuera necesario. Esos fondos iban a parar al Tesoro Nacional para sostener la tablita cambiaria. Entonces venían capitales de afuera, cambiaban dólares por pesos, los depositaban a tasas mensuales del 16 al 20 por ciento, lo volvían a dólares y se lo llevaban.
-¿Para qué se usó ese dinero?
-El Banco Mundial , que sabemos qué tipo de organismo es, determinó hace unos años que la deuda externa tuvo este destino: 40 por ciento se fugó al exterior, 30 por ciento se destinó al pago de intereses de esa misma deuda y el otro 30 por ciento se empleó en comprar armamentos. Así que el pueblo no vio nada. Aquí hubo una especie de connivencia entre empresarios y funcionarios que actuaron de común acuerdo -¿Los empresarios acusados no podrían argumentar que no cometieron un delito, sino que actuaron conforme a la ley que dictó el gobierno y que eso los benefició?
-Cuando se dictan las circulares Banco Central para establecer el seguro de cambio (el Estado les aseguraba a las empresas que tomaban créditos que años después, cuando debían saldarlas, podían comprar dólares al mismo valor que el momento en que habían contraído la deuda), los empresarios podrían haber dicho que no eran responsables de la locura de un gobierno que devaluaba y devaluaba. Pero hicieron algo peor: estos empresarios tomaron esta facilidad que les dio el gobierno para fraguar préstamos. Era un gran negocio que pagaba el Estado. No eran prestamos genuinos, fue un festival de autopréstamos e ilícitos de diversas naturalezas. Ejemplo: Renault Argentina pidió un préstamo a un banco de Bruselas por seis millones. Los auditores determinaron que no era auténtico: no era posible que le pidiera al banco teniendo un plazo fijo depositado por 85 millones en la misma sede. Peor aún, los peritos incautan un acta de directorio donde los directivos de la empresa analizan explícitamente cómo hacer esta operatoria para defraudar al Estado. El Estado los favorecía, pero ellos montaron una estructura delictiva para aprovecharse de esa política.

-¿Por qué en la demanda los únicos ministros de Economía no aludidos son el fallecido Bernardo Grinspun y la actual titular de la cartera Felisa Miceli?
-Grinspun fue el único que se enfrentó al FMI y el que ordenó la auditoría de la deuda privada. Él pidió analizar la licitud y ilicitud de la deuda y su presidente del Banco Central, Enrique García Vázquez, emitió una circular para hacerlo. Fue como un accidente. Después, Machinea interrumpió el proceso. Y Miceli no está porque no firmó hasta ahora ninguna reestructuración de la deuda, aunque sigue emitiendo bonos. Ella está al tanto de todo, porque le entregué a su secretaria privada, en diciembre de 2004, un minucioso informe sobre todas estas causas penales. Los que sí aparecen en la demanda son Kirchner y Lavagna que fueron los que acordaron el canje.
-¿Piensa que la Justicia irá a fondo?
-Aunque no confiamos demasiado en estos tribunales, tenemos alguna esperanza en la Cámara Federal o que por lo menos algún ministro de la Corte formule algún planteo. Si no, iremos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y mostraremos allí las pruebas. Por un lado soy optimista, Stornelli procesó a Menem por el tráfico de armas y Montenegro no pertenece a la vieja camada de jueces. Por el otro soy realista, sé que enjuiciamos a los presidentes democráticos, a sus ministros, a sus presidentes del Banco Central, a los titulares de las empresas públicas y los máximos representantes de los grupos económicos argentinos y del exterior, que transfirieron sus deudas al Estado para no pagarlas. Estos señores hablan todo el tiempo de seguridad jurídica y ahora comenzaran a ampararse en artilugios leguleyos. Pero si vemos que esto no prospera, comenzaremos a publicar de todas las formas posibles la información, para que queden en evidencia.
Fuente La Vaca

Domingo 4 de octubre de 1998

Por tren o por aire, el arte de negociar con el Estado
El paso del grupo Pescarmona por los ferrocarriles de carga no fue muy distinto del de las otras concesionarias privadas. Igual que sus colegas de Techint y de Loma Negra, pocos años después del traspaso ya estaba renegociando con el Estado nuevas condiciones en los contratos, tratativas signadas por los reclamos cruzados. Según la Comisión Nacional Reguladora del Transporte, en los ex ramales Urquiza y San Martín (hoy Mesopotámico y Buenos Aires al Pacífico) Pescarmona lleva invertidos 46 millones de dólares (frente a un compromiso asumido en la propuesta con la que ganó la concesión de 151 millones). El empresario Enrique Menotti Pescarmona dice que, en realidad, invirtieron en rubros distintos de los comprometidos originalmente y se defiende acusando al Estado de no haber cumplido con algunos puntos. Pero ambos coinciden en que una de las razones de la renegociación (e incluso de la venta de los dos ramales a un grupo brasileño, anunciada recientemente pero aún pendiente de aprobación) es que los números no fueron tan buenos como en las proyecciones realizadas al momento de presentar la oferta. Mientras la Secretaría de Transporte se muestra dispuesta a flexibilizar las condiciones, algunos legisladores de la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones plantean que se estudie la alternativa de anular la concesión y volver a licitar los ramales, lo que implica también no autorizar la venta de BAP y el Mesopotámico Urquiza. El Estado mantiene cierta potestad sobre el asunto debido a que sigue siendo accionista (con un 16 por ciento del paquete) en los trenes. -El grupo acaba de anunciar la venta de los ferrocarriles de carga (los ramales Urquiza y San Martín). ¿Se va a concretar la operación o el Estado terminará impugnándola? -No, el Estado lo va a aprobar. Soy muy optimista, porque creo que es una muy buena solución para el gobierno argentino, para los empleados y para nosotros como grupo también, y para el ferrocarril en sí. Porque entra en una escala distinta, al haberle vendido al dueño de la red del lado brasileño. Entonces, estamos hablando de otro animal, con un nivel de facturación de 400 millones de dólares (contra 70 u 80 millones del BAP y el Mesopotámico) y al que le va a ser mucho más fácil financiarse en los mercados de capitales. Para el Mesopotámico es fundamental, porque la única salida que tenía era integrarse a una red más importante que le pasara tráfico. -Pero ustedes los venden porque tienen problemas de incumplimiento de inversiones y baja rentabilidad... -Tenemos algunas diferencias que estamos negociando con el Gobierno y creemos que vamos a llegar a buen puerto. Pero vendemos porque pensamos que es bueno para el ferrocarril y para nosotros. Y además nos va a permitir enfocarnos más en los otros negocios. Es un poco lo que está haciendo mucha gente que invirtió en varios sectores. También es bueno para el personal, porque el grupo brasileño que entra lo va a mantener. Así que no veo mayores problemas. Integrarse en una ferrovía más grande les va a dar una mejor solución a los clientes y al país, porque prácticamente se van a poder conectar desde Santiago hasta San Pablo a través de un solo operador. Eso es fantástico para el Mercosur y la competitividad de nuestros países. -Ahora, el punto de discusión pasa por el planteo del Estado en cuanto al incumplimiento... -No, el Estado no hace ese planteo. Lo que sucede es que el Estado tampoco ha cumplido algunas cosas, y nosotros hemos invertido en otras cosas distintas de las que se pedía originalmente. Trajimos más de 20 locomotoras nuevas porque era lo que le hacía falta al ferrocarril. El tema es que este negocio se hizo sobre la base de proyecciones y, de como decía un amigo mío norteamericano, "proyections are always proyections" (las proyecciones siempre son proyecciones). Entonces, tanto para el Estado como para nosotros, la realidad fue distinta de lo que pensábamos. La semana próxima volverá a reunirse la Comisión Bicameral para tratar la aprobación o no de la operación de venta a los brasileños. Quienes conocen a Pescarmona no creen que tenga mayor inconveniente. Muchos aún recuerdan cuando años atrás el empresario le compró Austral al Estado, puso a esa empresa para entrar como accionista en el grupo que adquirió Aerolíneas Argentinas (liderado por Iberia) y luego se desprendió de todo el paquete con ganancias.
Link corto: http://www.lanacion.com.ar/112867



19 de Noviembre de 2007 11:15

Enrique Pescarmona festejó sus 65 años en un ambiente relajado

Pescarmona, de festejo.

El empresario duerme un mes al año en aviones, por lo cual en el festejo eligió tener los pies sobre la tierra y gozar de la tranquilidad de su finca en Agrelo. Los detalles de la reunión, que se desarrolló hoy al mediodía y que fue larga, salvo en el caso de aquellos que decidieron escaparse para ver fútbol.
Enrique Pescarmona festejó este mediodía sus 65 años de vida y, aunque alegrías no le faltaron, quizás lo que más festejó fue tener por fin los pies sobre la tierra, la mirada puesta sólo en esas montañas que se perfilan desde su finca en Agrelo y la compañía de esos amigos que sólo pretenden de él un paseo en bicicleta cada tanto.
Es que este incansable empresario, innovador en muchas áreas, como por ejemplo, el desarrollo de la energía eólica, duerme un mes al año en los aviones. O sea, un mes que descansa sobre las nubes, aunque esta debe ser un metáfora poco emparentada con la realidad del periplo, que es mas bien incómodo.
Si no, Enrique no habría reído tanto durante este almuerzo con sus amigos del Mountain Bike, esos que prefieren rodar por tierras mendocinas a volar por el mundo Pero hagamos juntos un repaso más detallado de su cumpleaños.
El lugar, la comida y la música: Enrique Pescarmona eligió festejar su cumpleaños 65 en la finca La Jacintana, ubicada en Agrelo. La finca tiene una vieja casona que ha sido recientemente mejorada para recibir visitantes. Imponente es la vista de montañas y cerros desde allí. Más en un día como hoy. El menú del cumpleaños fue típico: asado a las brasas, regado con las distintas variedades de vino que produce su bodega (Lagarde). La música, dicen, no tuvo desperdicio: cantaron Fernando Fredes (folclore y melódico) y el grupo joven Sangre Nueva (estos últimos, una verdadera revelación).
Gaseosa, no: Aunque no faltó la bebida, el anfitrión puso algunas condiciones: exigió que los invitados bebieran vino o agua, pero no gaseosa. Y se dedicó a pasear por todas las mesas para que todos tuvieran en claro que la opción para el vino no era la bebida con gas. Por cierto, una buena alternativa era el champán...
Los amigos: Lógicamente, no sólo sus amigos del Mountain Bike estuvieron en el cumpleaños. Por supuesto que hubo una variada gama de personalidades: Adriano Senetiner, Alfredo Romano, Roberto Zaldívar, Mario Roitman, Carlos López, Carlos Ostropolsky, Julio Allub, Oscar Fornés y Pedro Mayol, entre otros. Pescarmona distribuyó a la concurrencia en tres grupos. Un conjunto con los muchachos de la bici, otro con sus amigos íntimos y el tercero poblado por las personalidades del Consejo Empresario Mendocino (CEM) con quien tiene afinidad.
Los temas: Y aunque la idea era relajarse y despejarse, no podía faltar a lo largo de las mesas la discusión sobre algunos temas de la actualidad que a todos les interesan. Por ejemplo, el recambio del Gobierno Nacional y las expectativas que cada uno tiene con Cristina de Kirchner. Por supuesto, también se habló por allí de la llegada de Celso Jaque a la gobernación. Aunque otro recambio interesó a los amigos de Pescarmona: el lunes se anunciarán las nuevas autoridades del CEM. La salida de Allub precederá la llegada de un nuevo dirigente, que dicen que ya está elegido: se trataría de un empresario cuyo establecimiento se encuentra en el carril Rodríguez Peña. Ojo que el lugar induce a errores...
El fútbol: Estuvo ausente, ya que Pescarmona ordenó que no hubiera televisores para aquellos que no toleraban no ver las eliminatorias del mundial. Pero también estuvo presente en las caras de angustia de algunos amantes de la pelota. Por ejemplo, Roberto Zaldívar y Alfredo Romano, quienes literalmente se fugaron del cumpleaños a las 16,30 para ver, por lo menos, el segundo tiempo del partido Argentina- Bolivia.


Link permanente: http://www.mdzol.com/2007/11/19/nota/17480



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