El juego oficial
domingo, 06 de abril de 2008
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Daniel Pereyra, en su oficina del Instituto de Juegos y Casinos.
El personal del Casino resiste una movida de Pereyra
El presidente designado por Jaque quiso cambiar a los gerentes, pero los gremios se opusieron. Prepara un plan.
Pablo Icardi picardi@losandes.com.ar
El Casino de Mendoza es un bien preciado, y no sólo por las luces, las alfombras coloridas y la posibilidad de fumar en sus salas. La autarquía y los más de 200 millones de presupuesto que administra anualmente hacen que el lugar sea una de las principales "cajas" del Estado provincial. La gestión del gobernador Celso Jaque confió el manejo de los juegos oficiales a Daniel Pereyra, quien desde que asumió intenta algunos movimientos de personal que son resistidos dentro del casino.
La acción incluye movimientos en la primera línea y ante el rumor de que la intención era traer nuevos gerentes, los empleados se quejaron. Ante esto, por ahora sólo fueron nombrados el gerente general y el encargado de la asesoría letrada. Uno de los gremios del casino llevó el tema a la Subsecretaría de Trabajo, donde están en negociaciones.
El cargo más importante es la gerencia general y tiene carácter político. Para esa responsabilidad Pereyra designó a Horacio Miguel, que viene de manejar parte de los negocios del multimedios Uno, de Daniel Vila y José Luis Manzano. Miguel fue gerente comercial de Canal 7, Radio Nihuil y Cadena Montecristo (que incluye las radios Ayer, Brava, La Red y Montecristo).
Dentro del Casino aseguran que la intención de la nueva gestión era colocar a más gerentes foráneos, pero que la iniciativa se frenó ante la disconformidad de los empleados ya que esas gerencias no son cargos políticos sino de carrera. Según aseguran, también hubo movimientos en la gerencia de Loterías, donde fue promovido Héctor Quiroga, y en la de Administración.
Para el presidente del Instituto, no son relevantes los cambios internos. "Hay que entender la política; hay un directorio nuevo y hay cargos, como el gerente general, que tiene que ver con un puesto político. Nosotros hemos colocado sólo a un gerente, que es el de asesoría letrada, donde pusimos al doctor Pappalardo. Acá hay gente muy capacitada y profesional", explicó Pereyra, que antes de hacerse cargo del Instituto de Juegos y Casinos fue rector de la Universidad de Congreso y gerente general del Consejo Empresario Mendocino. Según el funcionario, está en elaboración el plan de trabajo para los cuatro años de gestión.
En ese camino, Pereyra tiene que decidir algunos temas clave, como qué hacer con el Hipódromo y qué postura tomar ante la proliferación de casinos privados (que él debe controlar). Respecto a la sede de las carreras de caballos, en julio estaría listo el plan para saber si, por ejemplo, se concesionan algunos servicios, si colocan otras opciones de juegos, como tragamonedas, y qué tipo de actividades incluyen en el predio. "Yo quiero hacer el mejor hipódromo del oeste argentino. Queremos aprovechar ese predio para todo el Gran Mendoza", dijo Pereyra.
El Casino no ha pasado años felices respecto a su reputación. Uno de los últimos presidentes del directorio, Miguel Alonso, terminó imputado por supuesto enriquecimiento ilícito. También terminaron judicializadas varias licitaciones, como la de la ampliación del edificio. Pereyra asegura que su estrategia para mejorar la imagen es contarle a la gente qué se hace con la plata del casino y mejorar la gestión.
La adjudicación de la segunda camada de anexos del casino también terminó en la justicia por varias irregularidades y el tema se resolvió con un acuerdo entre las empresas Betec, Bingo e Iviza que se repartieron el negocio. De esa camada de nuevas sedes, a Pereyra le tocará inaugurar la de Uspallata.
La acción incluye movimientos en la primera línea y ante el rumor de que la intención era traer nuevos gerentes, los empleados se quejaron. Ante esto, por ahora sólo fueron nombrados el gerente general y el encargado de la asesoría letrada. Uno de los gremios del casino llevó el tema a la Subsecretaría de Trabajo, donde están en negociaciones.
El cargo más importante es la gerencia general y tiene carácter político. Para esa responsabilidad Pereyra designó a Horacio Miguel, que viene de manejar parte de los negocios del multimedios Uno, de Daniel Vila y José Luis Manzano. Miguel fue gerente comercial de Canal 7, Radio Nihuil y Cadena Montecristo (que incluye las radios Ayer, Brava, La Red y Montecristo).
Dentro del Casino aseguran que la intención de la nueva gestión era colocar a más gerentes foráneos, pero que la iniciativa se frenó ante la disconformidad de los empleados ya que esas gerencias no son cargos políticos sino de carrera. Según aseguran, también hubo movimientos en la gerencia de Loterías, donde fue promovido Héctor Quiroga, y en la de Administración.
Para el presidente del Instituto, no son relevantes los cambios internos. "Hay que entender la política; hay un directorio nuevo y hay cargos, como el gerente general, que tiene que ver con un puesto político. Nosotros hemos colocado sólo a un gerente, que es el de asesoría letrada, donde pusimos al doctor Pappalardo. Acá hay gente muy capacitada y profesional", explicó Pereyra, que antes de hacerse cargo del Instituto de Juegos y Casinos fue rector de la Universidad de Congreso y gerente general del Consejo Empresario Mendocino. Según el funcionario, está en elaboración el plan de trabajo para los cuatro años de gestión.
En ese camino, Pereyra tiene que decidir algunos temas clave, como qué hacer con el Hipódromo y qué postura tomar ante la proliferación de casinos privados (que él debe controlar). Respecto a la sede de las carreras de caballos, en julio estaría listo el plan para saber si, por ejemplo, se concesionan algunos servicios, si colocan otras opciones de juegos, como tragamonedas, y qué tipo de actividades incluyen en el predio. "Yo quiero hacer el mejor hipódromo del oeste argentino. Queremos aprovechar ese predio para todo el Gran Mendoza", dijo Pereyra.
El Casino no ha pasado años felices respecto a su reputación. Uno de los últimos presidentes del directorio, Miguel Alonso, terminó imputado por supuesto enriquecimiento ilícito. También terminaron judicializadas varias licitaciones, como la de la ampliación del edificio. Pereyra asegura que su estrategia para mejorar la imagen es contarle a la gente qué se hace con la plata del casino y mejorar la gestión.
La adjudicación de la segunda camada de anexos del casino también terminó en la justicia por varias irregularidades y el tema se resolvió con un acuerdo entre las empresas Betec, Bingo e Iviza que se repartieron el negocio. De esa camada de nuevas sedes, a Pereyra le tocará inaugurar la de Uspallata.
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